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Reconstruir el filtro de partículas, una solución definitiva para las emisiones de tu coche

reconstruir el filtro de partículas

En este artículo vamos a hablar sobre cómo reconstruir el filtro de partículas de un coche y como este tipo de reparación puede solucionar de una manera definitiva los problemas con las emisiones que estás experimentando. En primer lugar nos gustaría empezar el artículo explicando qué es el filtro de partículas, también conocido como DPF (Diesel Particulate Filter) o FAP (Filtro Anti Partículas), es una pieza clave dentro del sistema de escape de los vehículos diésel. Su función principal es capturar y eliminar las partículas sólidas que se generan durante la combustión del motor. Estas partículas, como el hollín y otras impurezas, son extremadamente nocivas tanto para el motor como para el medio ambiente.

Este filtro se encarga de retener las partículas de NOx (óxidos de nitrógeno), PM10 (partículas con un diámetro de hasta 10 micras) y PM 2.5 (partículas más finas con un diámetro inferior a 2,5 micras). Estas últimas son especialmente peligrosas para la salud, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y causar enfermedades respiratorias. La OMS ha declarado que estas partículas son cancerígenas, lo que hace que la función del filtro de partículas sea crucial no solo para el buen rendimiento del motor, sino también para la salud pública.

El filtro de partículas está compuesto por una estructura de cerámica o de carburo de silicio que atrapa las partículas sólidas. Su ubicación habitual es en el sistema de escape, cerca del catalizador, lo que permite que se caliente lo suficiente para quemar las partículas acumuladas cuando se realiza la regeneración.

Aparte de mejorar la eficiencia del motor, el filtro de partículas es fundamental para cumplir con las normativas europeas de emisiones, como la Euro 6. Por lo tanto, mantener este filtro en buen estado es esencial para evitar multas y contribuir a la protección del medio ambiente.

Cómo hacer la regeneración de un filtro de partículas

La regeneración del filtro de partículas es un proceso vital para garantizar su buen funcionamiento. Durante el uso regular del vehículo, el filtro de partículas se va llenando de residuos que deben ser eliminados. Existen dos tipos de regeneración: la regeneración activa y la regeneración pasiva.

La regeneración pasiva se produce de manera automática cuando el vehículo alcanza temperaturas suficientemente altas en el motor, lo que permite que las partículas acumuladas se quemen y se conviertan en CO2, limpiando el filtro de manera efectiva sin necesidad de intervención externa. Sin embargo, no siempre es posible realizar este tipo de regeneración, especialmente si el vehículo circula a baja velocidad o por entornos urbanos, donde no se alcanza la temperatura óptima.

En estos casos, se debe recurrir a la regeneración activa, que es un proceso controlado por la centralita del vehículo. Cuando detecta que el filtro está obstruido, inyecta combustible adicional para aumentar la temperatura de los gases de escape y quemar las partículas acumuladas. Aunque este proceso se realiza de manera automática, no siempre es eficaz si la acumulación de partículas es muy elevada.

Por último, existe la regeneración forzada, que es un procedimiento que solo puede realizarse en talleres especializados. En este caso, el mecánico conecta el coche a una máquina que fuerza la regeneración mediante un aumento controlado de la temperatura. Este proceso es muy efectivo cuando el filtro está tan obstruido que ni la regeneración activa ni la pasiva pueden resolver el problema.

Si no se realiza una regeneración adecuada, el filtro de partículas puede obstruirse completamente, lo que obligaría a reconstruir filtro de partículas o incluso a reemplazarlo, una opción mucho más costosa.

Proceso de reconstrucción del filtro de partículas

La reconstrucción del filtro de partículas es un proceso más complejo que una simple limpieza o regeneración, diseñado para restaurar por completo la funcionalidad del filtro. Este procedimiento permite que el filtro vuelva a operar de manera eficiente, eliminando los problemas de obstrucción y mejorando el rendimiento del vehículo.

Evaluación del estado del filtro

La primera fase de la reconstrucción del FAP comienza con una inspección completa para determinar el nivel de obstrucción y los posibles daños internos. Se utilizan herramientas de diagnóstico avanzadas, como sensores de presión y temperatura, y dispositivos de escaneo que permiten medir el nivel de saturación del filtro y detectar posibles fallos estructurales o mecánicos.

En esta fase también se revisan otros elementos del sistema de escape, como los inyectores de combustible y los sensores, ya que problemas en estos componentes pueden afectar al funcionamiento del filtro. Si se detecta algún problema, se informa al cliente para realizar las reparaciones necesarias antes de iniciar la reconstrucción.

Una vez evaluado el estado del FAP, el siguiente paso es desmontar el filtro de partículas del sistema de escape. Este procedimiento requiere personal cualificado, ya que el filtro está ubicado en una posición cercana al catalizador, y un mal manejo puede causar daños adicionales.

El desmontaje también facilita una inspección más detallada del filtro, permitiendo evaluar su estado físico y detectar si hay roturas o daños en la estructura interna de cerámica o carburo de silicio que lo compone.

Limpieza profunda del filtro

El paso principal de la reconstrucción consiste en una limpieza profunda. Esta fase implica eliminar todas las partículas de hollín y cenizas acumuladas en el filtro. A través de métodos especializados de limpieza, se logra restaurar la capacidad del filtro para retener las partículas contaminantes, lo que mejora tanto el rendimiento del motor como el sistema de escape.

Este tipo de limpieza es mucho más exhaustiva que la regeneración automática o activa que realiza el vehículo por sí solo, ya que llega a las zonas más internas del filtro. Esto ayuda a evitar futuras obstrucciones que puedan dañar el motor.

Reparación y montaje del filtro

Una vez completada la limpieza, se evalúa si el filtro presenta daños estructurales. Si se detectan celdas rotas, fisuras en la carcasa o deformaciones en el material cerámico, se procede a su reparación o sustitución. Este paso es crucial para garantizar que el filtro vuelva a funcionar como nuevo.

Si la estructura está dañada de manera irreversible, el filtro completo podría necesitar ser reemplazado, pero en muchos casos, la reparación es suficiente. También se revisan otros componentes que forman parte del sistema de escape, como las juntas, que pueden ser reemplazadas si están desgastadas.

Después de la limpieza y posibles reparaciones, el filtro se seca completamente para asegurar que no queden restos de humedad que puedan interferir con su funcionamiento. Este proceso puede realizarse mediante aire caliente o en hornos especiales a temperaturas controladas.

Una vez seco, se procede a reensamblar el FAP en el sistema de escape del vehículo. En esta fase, se cuida cada detalle para garantizar que el filtro quede correctamente instalado y listo para su funcionamiento óptimo. Además, se suelen realizar ajustes en los sensores de presión y temperatura para asegurar que el sistema esté perfectamente calibrado.

Pruebas de funcionamiento

Con el FAP ya reinstalado, se realizan una serie de pruebas de diagnóstico para confirmar que el filtro de partículas funciona de manera eficiente. Esto incluye la medición de la contrapresión en el escape, que debe ser baja, y la verificación de que los sensores de emisiones detectan una disminución en las partículas contaminantes expulsadas.

Durante esta fase, el vehículo se somete a varias pruebas en condiciones de conducción reales y controladas para asegurar que el motor y el sistema de escape están funcionando correctamente y que no hay problemas residuales.

Ventajas de reconstruir el filtro de partículas

Optar por la reconstrucción del FAP en lugar de reemplazarlo por completo ofrece varias ventajas importantes. En primer lugar, supone un ahorro económico considerable, ya que reconstruir el filtro de partículas es mucho más asequible que adquirir uno nuevo. Esto resulta especialmente beneficioso para vehículos diésel de gama alta, donde el coste de un filtro nuevo puede ser muy elevado.

Además, un FAP reconstruido puede tener una vida útil similar a la de uno nuevo, siempre que se realice un mantenimiento adecuado. La reconstrucción permite restaurar su capacidad de filtrado, evitando la saturación prematura y prolongando el rendimiento del vehículo.

Otra ventaja significativa es el menor impacto ambiental. Al reconstruir el filtro, se reutiliza el componente en lugar de desecharlo, lo que reduce el consumo de recursos y contribuye a la sostenibilidad del planeta. Por último, tras la reconstrucción, el FAP cumple nuevamente con las normativas de emisiones, lo que asegura que el vehículo pase la ITV sin problemas y evita posibles sanciones por exceso de contaminación.

Preguntas frecuentes sobre la reconstrucción del filtro de partículas

A continuación vamos a contestar algunas de las preguntas que nos realizan con más frecuencia acerca del proceso de reconstruir el filtro de partículas.

¿Se puede circular con el filtro de partículas averiado?

Circular con el filtro de partículas averiado es una decisión arriesgada que puede generar consecuencias graves tanto para el vehículo como para el medio ambiente. Un filtro de partículas en mal estado no cumple su función de retener las partículas contaminantes, lo que aumenta significativamente las emisiones de gases tóxicos.

Además, conducir con el filtro obstruido o dañado puede causar una serie de problemas mecánicos. El motor puede perder potencia, el consumo de combustible aumentará y el coche puede entrar en modo de emergencia, limitando su velocidad y capacidad de aceleración. Este modo es una medida de seguridad que reduce el riesgo de daños más severos en el motor, pero hace que conducir sea casi imposible.

Otra desventaja de circular con el filtro de partículas averiado es que el vehículo no cumplirá con las normativas de emisiones, lo que podría impedir que pase la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En algunos casos, las multas por exceder los niveles permitidos de emisiones contaminantes pueden ser muy elevadas.

Por todas estas razones, es fundamental no posponer la reparación o reconstrucción del filtro de partículas cuando empieza a fallar. Optar por reconstruir filtro de partículas es una solución eficiente que devolverá al vehículo su rendimiento original y evitará daños mayores.

¿Qué es la regeneración forzada?

La regeneración forzada es un procedimiento que se realiza cuando el filtro de partículas está demasiado obstruido para regenerarse de manera automática o activa. Este proceso, que solo puede llevarse a cabo en un taller especializado, es esencial para evitar daños graves en el motor y recuperar el rendimiento óptimo del vehículo.

Cuando el filtro se satura de partículas y no puede limpiarse por los métodos de regeneración habituales, la centralita del vehículo detecta esta obstrucción y puede reducir la potencia del motor como medida de protección. Si no se actúa a tiempo, el sistema de escape y otros componentes del motor, como el turbo o los inyectores, pueden verse afectados.

El proceso de regeneración forzada implica conectar el vehículo a un equipo especializado que eleva la temperatura de los gases de escape de forma controlada para quemar las partículas acumuladas en el filtro. Esta operación permite eliminar el hollín y los restos de contaminantes atrapados, restaurando la funcionalidad del DPF sin necesidad de sustituirlo.

El principal beneficio de la regeneración forzada es que extiende la vida útil del filtro, lo que significa que puedes evitar problemas futuros y reducir costes de mantenimiento. Sin embargo, si el filtro está muy dañado, la mejor opción puede ser reconstruir el filtro de partículas, un proceso que implica restaurar por completo su capacidad de filtrado.

¿Cuándo no se puede limpiar un DPF?

Aunque la limpieza o regeneración del DPF es una solución efectiva en muchos casos, hay situaciones en las que no es posible realizarla y se necesita optar por otras alternativas, como reconstruir el filtro de partículas. Estas circunstancias suelen presentarse cuando el FAP está demasiado dañado o saturado para que una limpieza estándar sea efectiva.

Uno de los casos más comunes en los que no se puede limpiar es cuando ha sufrido daños estructurales. Esto puede ocurrir debido a temperaturas extremas o la acumulación excesiva de partículas que provocan la rotura o fusión del material cerámico del filtro. En estos casos, el filtro pierde su capacidad de funcionar correctamente y no puede regenerarse de manera segura.

Otro escenario en el que la limpieza no es viable es cuando el nivel de saturación del filtro es demasiado elevado. Si se ha ignorado durante mucho tiempo la necesidad de regeneración o si el vehículo ha circulado mayormente en trayectos cortos sin dar lugar a la regeneración pasiva, el filtro puede quedar completamente bloqueado. En estas situaciones, la única solución efectiva es reconstruir el filtro de partículas .

La falta de mantenimiento también puede hacer imposible la limpieza. Si el sistema de escape, los sensores de presión o temperatura, o los inyectores de combustible están dañados, el filtro no podrá limpiarse adecuadamente. Por ello, es fundamental realizar revisiones periódicas y acudir a especialistas para evaluar el estado del filtro.

¿Cuántos Km dura un FAP?

El filtro de partículas, o FAP, tiene una vida útil limitada que depende de varios factores, como el tipo de conducción, el mantenimiento del vehículo y las condiciones ambientales. En promedio, un FAP puede durar entre 120.000 y 180.000 kilómetros. Sin embargo, este rango puede variar considerablemente dependiendo del uso del vehículo.

La conducción en ciudad, donde el motor no alcanza altas temperaturas de manera frecuente, acorta la vida útil del FAP, ya que no se produce la regeneración pasiva. En cambio, los trayectos largos a velocidades constantes, como en autopistas, permiten que el motor alcance la temperatura óptima para quemar las partículas acumuladas, lo que prolonga la vida útil del filtro.

Realizar un mantenimiento adecuado del vehículo, como utilizar el aceite recomendado por el fabricante y asegurarse de que el sistema de escape esté en buen estado, también es clave para prolongar la vida del FAP. No obstante, cuando el filtro llega al final de su vida útil, la opción más recomendable es reconstruir el filtro de partículas, un servicio que permite devolver al filtro su capacidad de funcionamiento original sin necesidad de reemplazarlo por uno nuevo, lo que resulta más económico.

¿Qué testigo se enciende cuando falla el filtro de partículas?

Cuando el filtro de partículas comienza a fallar, el coche emite una señal clara: se enciende un testigo en el cuadro de mandos. Normalmente, este testigo tiene la forma de un icono de un filtro o un tubo de escape con puntos en su interior, lo que indica que el filtro está obstruido y necesita una regeneración.

En Motorcheck estamos especializados en la reconstrucción de filtros de partículas

En Motorcheck, somos expertos en la reconstrucción de filtros de partículas. Entendemos lo crucial que es mantener el filtro de partículas en perfecto estado para garantizar el buen funcionamiento de tu vehículo, así como para cumplir con las normativas ambientales.

Nuestro servicio de reconstrucción de filtros de partículas se realiza con tecnología de última generación que garantiza una limpieza profunda y la restauración completa del filtro, devolviéndolo a su estado original. Esto significa que no solo eliminamos la obstrucción del filtro, sino que también verificamos y corregimos cualquier posible daño estructural, asegurando que tu vehículo recupere su rendimiento óptimo.

La reconstrucción de filtros de partículas es una opción más económica que la sustitución por un filtro nuevo, y además, es una solución mucho más respetuosa con el medio ambiente, ya que permite reutilizar el filtro original en lugar de desecharlo. Con nuestro proceso de reconstrucción, no solo ahorras dinero, sino que también contribuyes a reducir la huella ecológica de tu vehículo.

En Motorcheck, nos comprometemos a ofrecerte un servicio rápido y eficaz, para que puedas volver a circular sin preocupaciones. Nuestros técnicos altamente cualificados evalúan el estado del filtro y determinan el mejor procedimiento para cada caso. Además, trabajamos con todo tipo de vehículos diésel, desde turismos hasta vehículos comerciales, lo que nos convierte en la opción ideal para empresas y particulares.

No esperes a que el filtro de partículas cause problemas más graves en tu motor. Opta por reconstruir filtro de partículas con Motorcheck y alarga la vida útil de tu coche, mientras mejoras su rendimiento y reduces las emisiones contaminantes.